Ejercicios de memoria III

Fecha: agosto 6, 2020

[:es]En primavera, ya compartimos contigo algunos ejercicios sencillos para mejorar la memoria de adultos y niños, así como varios hábitos y estrategias para ejercitarla. Desde Gadis, queremos seguir ayudándote a mejorar la memoria y el verano puede ser una buena época para poner en práctica alguna actividad memorística. ¿Sabías que existen distintos tipos de memoria que nos sirven para adaptarnos al entorno y a las situaciones, y que determinan la manera de almacenar el recuerdo en el cerebro? ¿Qué te parece si te proponemos una serie de ejercicios para trabajar cada tipo de memoria?

Tres tipos de memoria

La memoria está integrada por tres sistemas que, pese a que funcionan de manera individual, interactúan y se comunican entre sí para obtener el registro completo de la información: la memoria sensorial, la memoria a largo plazo y la memoria a corto plazo.

  • La memoria sensorial, también conocida como memoria inmediata, retiene la información que procede de nuestros sentidos. Su duración es inferior a un segundo; sin embargo, tiene mucha exactitud. Una vez procesada, puede eliminar la información o almacenarla en otro sistema. Este tipo de memoria no suele deteriorarse con el paso del tiempo y cada sentido cuenta con su propia ruta de registro y almacén de recuerdos. Es ella la que se activa cuando, por ejemplo, un olor o una canción te evoca algún recuerdo.

  • La memoria a corto plazo se crea a partir de la memoria sensorial. Una vez registrada la información, esta permanece en la memoria a corto plazo hasta que se realice una acción. Retiene los datos y es la base para otro tipo de memorias y procesos cognitivos. Suele volverse más lenta con el transcurso de los años, pero su capacidad para retener información no suele alterarse, salvo que sufra algún daño específico. Este tipo de memoria es la que se pone en marcha para resolver problemas, tomar decisiones o en procesos de razonamiento y comprensión, por ejemplo.
  • La memoria a largo plazo almacena la información de forma prolongada, pudiendo permanecer en ella de manera indefinida. Es la responsable del aprendizaje, tanto de destrezas como de conocimiento teórico. Puede activarse de manera automática o podemos acceder a ella de manera consciente. Este tipo de memoria es la que suele verse afectada con la edad porque los elementos clave del proceso (registro, almacenaje y recuperación) son más vulnerables al paso del tiempo. Es la responsable de que no se te olvide cómo montar en bicicleta, que recuerdes los poemas de Rosalía de Castro o tus propios acontecimientos biográficos.

Ejercicios para potenciar los distintos tipos de memoria

1. Memoria sensorial

Los ejercicios que trabajan la memoria sensorial están relacionados con los posibles estímulos que pueden activar cada uno de tus sentidos: auditivos, visuales, olfativos, táctiles y gustativos. Este tipo de ejercicios pueden ayudarte a trabajar tu atención y concentración, ya que tendrás que centrarte en un solo grupo. Por ejemplo, puedes cerrar los ojos y tratar de escuchar todos los sonidos que hay a tu alrededor, intentando diferenciar unos de otros y luego comprobar si los recuerdas todos. Puedes hacer lo mismo con los sabores de un plato o con las distintas texturas de la ropa que llevas puesta o de los objetos que tengas cerca.
Hay muchos juegos que te permiten trabajar este tipo de memoria y son una buena manera para disfrutar en familia: memory, Simón, juegos de secuencias de palabras o de identificación de canciones, etc. ¡Las posibilidades son infinitas!

2. Memoria a corto plazo

Estos ejercicios se centran en practicar tareas que requieran la activación de la memoria a corto plazo. Puedes hacerlo a través de actividades cotidianas como memorizar los números de teléfono de tu familia o amigos más cercanos, en vez de depender exclusivamente de tu agenda del móvil, o recordar alguna lista como la de la compra. La lectura también es un hábito que te va a ayudar a trabajar este tipo de memoria. No tienen que ser solo libros. El periódico te puede ofrecer muchas posibilidades para activar tu memoria a corto plazo. Una noticia con muchos datos puede ser todo un reto para tu memoria, ¿no te parece? 😉
¿Quieres algo distinto? ¿Por qué no buscas una imagen con muchos detalles y, tras observarla un rato, le das la vuelta y tratas de recordar todo lo que has visto? Puedes competir con tu familia y amigos. También puedes coger una baraja, seleccionar unas cuantas cartas, colocarlas sobre una mesa y observarlas. Dales la vuelta y trata de levantarlas en orden ascendente o descendente, o primero las pares y luego las impares. Puedes ir cambiando el juego para no aburrirte.

3. Memoria a largo plazo


La memoria a largo plazo es la que almacena información sobre acontecimientos pasados, sobre nuestro conocimiento y habilidades. Es importante estimularla para que esos recuerdos se fortalezcan y reducir las posibilidades de olvidarlos, así como para potenciar su funcionamiento. Hay juegos como, por ejemplo, el Trivial, el Scrabble o los pasatiempos que pueden ayudar a mejorar este tipo de memoria. Pero tú también puedes crear el tuyo tratando de evocar recuerdos de tu propia biografía o de acontecimientos históricos. ¿Qué mejor época que el verano para comprobar quién tiene la mejor memoria de la familia o de tu grupo de amigos? ¡Seguro que saldrán recuerdos que se habían esfumado de tu memoria y que te encantará recuperar! La canción que sonaba aquel verano en el que estrenaste el carné de conducir, el grupo de amigos de tus veranos de adolescencia o la playa en la que presenciaste la puesta de sol más impresionante que hayas visto. ¡Echa la vista atrás y haz memoria!

¿Vas a aprovechar alguna velada estival para evocar recuerdos de otros tiempos? ¿O tal vez decidas memorizar el teléfono de esa persona que acabas de conocer? ¿Ya sabes qué olor te va a recordar a este verano de 2020? ¡Cualquier oportunidad es buena para ejercitar la memoria![:gl]Na primavera, xa compartimos contigo algúns exercicios sinxelos para mellorar a memoria de adultos e nenos, así como varios hábitos e estratexias para exercitala. Desde Gadis, queremos seguir axudándoche a mellorar a memoria e o verán pode ser unha boa época para poñer en práctica algunha actividade memorística. Sabías que existen distintos tipos de memoria que nos serven para adaptarnos á contorna e ás situacións, e que determinan a maneira de almacenar o recordo no cerebro? Que che parece se che propoñemos unha serie de exercicios para traballar cada tipo de memoria?

Tres tipos de memoria

A memoria está integrada por tres sistemas que, a pesar de que funcionan de maneira individual, interactúan e comunícanse entre si para obter o rexistro completo da información: a memoria sensorial, a memoria a longo prazo e a memoria a curto prazo.

  • A memoria sensorial, tamén coñecida como memoria inmediata, retén a información que procede dos nosos sentidos. A súa duración é inferior a un segundo; con todo, ten moita exactitude. Unha vez procesada, pode eliminar a información ou almacenala noutro sistema. Este tipo de memoria non adoita deteriorarse co paso do tempo e cada sentido conta co seu propio roteiro de rexistro e almacén de recordos. É ela a que se activa cando, por exemplo, un cheiro ou unha canción che evoca algún recordo.

  • A memoria a curto prazo créase a partir da memoria sensorial. Unha vez rexistrada a información, esta permanece na memoria a curto prazo ata que se realice unha acción. Retén os datos e é a base para outro tipo de memorias e procesos cognitivos. Adoita volverse máis lenta co transcurso dos anos, pero a súa capacidade para reter información non adoita alterarse, salvo que sufra algún dano específico. Este tipo de memoria é a que se pon en marcha para resolver problemas, tomar decisións ou en procesos de razoamento e comprensión, por exemplo.
  • A memoria a longo prazo almacena a información de forma prolongada, podendo permanecer nela de maneira indefinida. É a responsable da aprendizaxe, tanto de destrezas como de coñecemento teórico. Pode activarse de maneira automática ou podemos acceder a ela de maneira consciente. Este tipo de memoria é a que adoita verse afectada coa idade porque os elementos crave do proceso (rexistro, almacenaxe e recuperación) son máis vulnerables ao paso do tempo. É a responsable de que non se che esqueza como montar en bicicleta, que lembres os poemas de Rosalía de Castro ou os teus propios acontecementos biográficos.

Exercicios para potenciar os distintos tipos de memoria

1. Memoria sensorial

Os exercicios que traballan a memoria sensorial están relacionados cos posibles estímulos que poden activar cada un dos teus sentidos: auditivos, visuais, olfativos, táctiles e gustativos. Este tipo de exercicios poden axudarche a traballar a túa atención e concentración, xa que terás que centrarte nun só grupo. Por exemplo, podes pechar os ollos e tratar de escoitar todos os sons que hai ao teu redor, tentando diferenciar uns doutros e logo comprobar se os lembras todos. Podes facer o mesmo cos sabores dun prato ou coas distintas texturas da roupa que levas posta ou dos obxectos que teñas preto.
Hai moitos xogos que che permiten traballar este tipo de memoria e son unha boa maneira para gozar en familia: memory, Simón, xogos de secuencias de palabras ou de identificación de cancións, etc. As posibilidades son infinitas!.

2. Memoria a curto prazo

Estes exercicios céntranse en practicar tarefas que requiran a activación da memoria a curto prazo. Podes facelo a través de actividades cotiás como memorizar os números de teléfono da túa familia ou amigos máis próximos, no canto de depender exclusivamente da túa axenda do móbil, ou lembrar algunha lista como a da compra. A lectura tamén é un hábito que che vai a axudar a traballar este tipo de memoria. Non teñen que ser só libros. O xornal pódeche ofrecer moitas posibilidades para activar a túa memoria a curto prazo. Unha noticia con moitos datos pode ser todo un reto para a túa memoria, non che parece? 😉
Queres algo distinto? Por que non buscas unha imaxe con moitos detalles e, tras observala un intre, dáslle a volta e tratas de lembrar todo o que viches? Podes competir coa túa familia e amigos. Tamén podes coller unha baralla, seleccionar unas cantas cartas, colocalas sobre unha mesa e observalas. Dálles a volta e trata de levantalas en orde ascendente ou descendente, ou primeiro as pares e logo as impares. Podes ir cambiando o xogo para non aburrirte.

3. Memoria a longo prazo


A memoria a longo prazo é a que almacena información sobre acontecementos pasados, sobre o noso coñecemento e habilidades. É importante estimulala para que eses recordos se fortalezan e reducir as posibilidades de esquecelos, así como para potenciar o seu funcionamento. Hai xogos como, por exemplo, o Trivial, o Scrabble ou os pasatempos que poden axudar a mellorar este tipo de memoria. Pero ti tamén podes crear o teu tratando de evocar recordos da túa propia biografía ou de acontecementos históricos. Que mellor época que o verán para comprobar quen ten a mellor memoria da familia ou do teu grupo de amigos? Seguro que sairán recordos que se esfumaran da túa memoria e que che encantará recuperar! A canción que soaba aquel verán no que estreaches o carné de conducir, o grupo de amigos dos teus veráns de adolescencia ou a praia na que presenciaches a posta de sol máis impresionante que viches. Bota a vista atrás e fai memoria!

Vas aproveitar algunha velada estival para evocar recordos doutros tempos? Ou talvez decidas memorizar o teléfono desa persoa que acabas de coñecer? Xa sabes que cheiro vai lembrarte este verán de 2020? Calquera oportunidade é boa para exercitar a memoria![:]