Especial #GadisSalud: el albaricoque

Fecha: junio 8, 2023

Junto con la sandía y el melón, las frutas de hueso son un clásico de la despensa estival. Una de las piezas que suele gustar a pequeños y a adultos por igual es el albaricoque. Una fruta dulce y jugosa que aparece en la sección de fruta y verdura de nuestros supermercados cuando la primavera está dando los últimos coletazos. Hoy le dedicamos el especial #GadisSalud porque queremos contarte algunas de sus múltiples propiedades y darte alguna idea de receta veraniega, ahora que ya no queda nada para cambiar de estación. ¿Te apetece saber más? ¡Sigue leyendo!

Origen y variedades del albaricoque

Originario de las montañas de Asia central, el albaricoque es el fruto del albaricoquero (Prunus armeniaca), un árbol de la familia de las rosáceas que puede llegar a dar hasta 100 kg. Fueron los romanos quienes lo introdujeron en Europa. En la actualidad, se cultiva en diversos países asiáticos, europeos y americanos. En España, hay una gran producción, la más importante se sitúa en la cuenca del Mediterráneo.
El albaricoque se parece al melocotón. Es una fruta tierna, carnosa, con un color entre amarillo y rojo que depende del nivel de maduración. Existen distintas variedades y estas son las más conocidas:
Bulida. Es una variedad de albaricoque español. De tamaño grande y piel amarilla, su carne es dulce y jugosa. Tiene un aroma potente.
Canino. También de origen español, es redondo y de gran tamaño. Su color es amarillo intenso, casi anaranjado. La carne es firme y de sabor y aroma intensos.
Currot. De tamaño pequeño, es la variedad más temprana. Su piel es delicada, de color blanco rosáceo. La pulpa es blanquecina, tiene poca carne y es de sabor ácido.
Galta roja. Es una de las variedades más consumidas en España. Se conoce también como “valenciano”. Son los más grandes del mercado, su piel llama la atención porque es mitad roja y mitad amarilla o anaranjada. La pulpa es anaranjada y muy dulce.
Ginesta. Es una variedad muy apreciada por su pulpa carnosa de sabor suave y delicado. La piel es blanquecina y la forma, esférica. Es una de las más precoces del mercado.
Mitger. Es una variedad muy consumida en nuestro país. De gran tamaño y piel fina y aterciopelada, su carne es blanquecina amarillenta, dulce y jugosa.
Nancy. Es una variedad francesa que también se produce en Italia y Grecia. Es ovalado y de gran tamaño, jugoso. Su sabor dulce tiene un toque ácido y gran aroma. Suele estar hinchado en la base y tiene abolladura en el pico. Es de color amarillo con vetas rojas.
Moniquí. De color sonrosado y forma ovalada aplastada, tiene un gran tamaño. La carne es jugosa y muy dulce. Su producción es baja y no es frecuente encontrarlo en el mercado.
Paviot. Es otra variedad de de gran tamaño. De color anaranjado con toque de rojo intenso, la carne es amarilla, fina y perfumada.

Los beneficios del albaricoque

El albaricoque tiene un contenido nutricional en el que destacan las vitaminas A, C y E, así como algunas del grupo B (folato, niacina, riboflavina, etc). También tiene varios minerales como potasio, fósforo, calcio, hierro, selenio y zinc. Además, contiene fibra y es una fruta muy saludable con pocas calorías y un índice glucémico bajo. Son muchos sus beneficios y estos son algunos de los más importantes:
– Es un antioxidante natural gracias a su contenido en betacaroteno y vitaminas A, C y E.
Protege frente a enfermedades como la diabetes y algunas patologías del corazón por su aporte de flavonoides (catequina y quercetina).
– Ayuda a combatir la retención de líquidos debido al aporte de potasio, que tiene acción diurética.
– Tiene acción antiinflamatoria por su contenido en taninos.
Previene enfermedades de la vista como la degeneración de la retina, la ceguera nocturna o la pérdida de visión gracias a su contenido en vitamina A.
– Su alto contenido en hierro ayuda a combatir la anemia ferropénica.
– Favorece una buena evacuación intestinal y previene el estreñimiento.
– Refuerza el sistema inmunitario y actúa sobre el sistema nervioso, ayudando a reducir el estrés.
– Contribuye a regular los niveles de colesterol en sangre.

Cocina con albaricoque

El albaricoque es una fruta muy versátil para la cocina. Puedes utilizarlo en tartas, sorbetes, macedonias y mermeladas, pero también en platos salados, añadiéndolo a ensaladas o como guarnición. Se pueden conservar dos o tres días a temperatura ambiente y hasta una semana en el frigorífico. Si los metes en la nevera, te recomendamos que los guardes en la parte baja sin apilarlos. Aquí te dejamos una receta para un desayuno de verano especial.

Tostas de albaricoque asado con queso de cabra

Ingredientes
– 4 albaricoques ligeramente maduros
– Ajo granulado
– Sal gruesa
– Romero fresco o seco
– Tomillo fresco o seco
– Pimienta negra molida
– Aceite de oliva virgen extra
– Ralladura de limón
– Orégano seco
– Albahaca fresca
– 4 medallones de queso de cabra
– Pan integral
Preparación
1. Precalienta el horno a 200ºC y prepara una bandeja o fuente con papel o engrasála con aceite.
2. Lava los albaricoques y ábrelos por la mitad, desechando los huesos. Coloca las mitades de albaricoque en la bandeja para el horno y riega con aceite de oliva virgen extra. Salpimenta y añade un poco de ajo granulado, romero y tomillo.
3. Hornea durante unos 10 minutos, hasta que estén muy tiernos y suelten sus jugos. Evita que se deshagan demasiado.
4. Corta rebanadas de pan y tuesta en el horno o en la tostadora.
5. Mezcla el queso de rulo de cabra con ralladura de limón, pimienta negra y orégano.
6. Prepara las tostas repartiendo dos mitades de albaricoque por unidad y coloca el queso de cabra sobre ellas. Añade un chorro de aceite y hojas de albahaca fresca.
¿Qué te parece esta propuesta de desayuno? ¿O lo ves más como merienda? ¡Cuéntanos!