¿Cúanto sabes de terapias con animales?

Fecha: mayo 4, 2022

Hoy, en el blog Gadis Saludable, traemos un tema del que nos hace mucha ilusión hablarte: las terapias con animales. Ya sabes que tenemos debilidad por ellos y, de hecho, contamos con una campaña solidaria (Alimenta la amistad) para ayudar a los que no tienen hogar y se encuentran al cuidado de entidades. En esta entrada, vamos a mostrarte que los animales también pueden cuidarnos. Para ello, haremos una pequeña introducción sobre su papel como terapeutas, pero te animamos a investigar más por tu cuenta porque podrás descubrir cosas muy interesantes.
Las terapias asistidas con animales tienen como finalidad trabajar diferentes necesidades de las personas a través del vínculo que generan con un animal como recurso terapéutico. El público objetivo de estas actividades es de lo más variopinto; desde personas mayores a niños y niñas con algún tipo de dificultad. Los beneficios de estas terapias son muchos y muy variados, ya que se pueden trabajar diferentes aspectos: físicos, emocionales, cognitivos, de relaciones interpersonales, etc. ¿Quieres saber más? ¡Sigue leyendo!

¿Qué es la Intervención Asistida con Animales?

Antes de seguir profundizando en el tema, es importante establecer la distinción entre ‘actividad’ y ‘terapia’ porque es clave para entender mejor en qué consiste la Intervención Asistida con Animales y evitar, así, cometer el error de “meter todo en el mismo saco”:
– Las Actividades Asistidas con Animales (AAA) suelen ser grupales, buscan la socialización y la creación de un entorno agradable. Normalmente, están muy acotadas en el tiempo y se plantean como actividades recreativas para cualquier tipo de público.
– La Terapia Asistida con Animales (TAA), por el contrario, suele ser un programa a largo plazo, diseñado para lograr unos objetivos específicos con un paciente concreto. La persona responsable del programa es un o una profesional del ámbito de la salud que busca trabajar directamente habilidades físicas o cognitivas de la persona. Un ejemplo de TAA serían los perros de terapia que acompañan a personas con autismo.
Las personas beneficiarias de una terapia con animales pueden ser muy diversas: personas afectadas con alguna discapacidad o alguna patología como TDHA, alzhéimer, depresión, esclerosis múltiple o ansiedad. También se ha demostrado su eficacia en grupos sociales sometidos a situaciones de estrés o en riesgo de exclusión social como personas ingresadas en residencias, centros de menores o centros penitenciarios. Así se evidenció con el programa “Perro Judicial”, desarrollado por la Fundación Affinity en colaboración con el Departament de Justícia de la Generalitat de Catalunya. En 2017, comenzaron una experiencia piloto de terapia asistida con perros para las víctimas de violencia de género y de delitos contra la libertad sexual. Se comprobó que la presencia de los animales reducía notablemente los niveles de estrés de las víctimas y mejoraba su confianza y autoestima cuando tenían que acudir a los juzgados a declarar.

Happy kids stroking cute dog

Tipos de terapia con animales

Aunque posiblemente la terapia asistida con animales más extendida sea la canina, esta no es la única especie con la que se han desarrollado programas exitosos. Es verdad que los perros son los animales con los que solemos estar más en contacto y su naturaleza fiel, cariñosa y participativa los convierte en una opción perfecta para desarrollar diferentes dinámicas. En este documento elaborado por la Consejería de Bienestar Social de la Junta de Comunidades de Castilla La Mancha y la empresa de terapia asistida con animales Gudcan, podrás encontrar más información sobre los beneficios de la terapia con perros. Pero hay muchas más especies que pueden actuar como terapeutas: caballos, burros, gatos…
La hipoterapia o equinoterapia también es bastante conocida, sobre todo la que se centra en la recuperación física de personas con discapacidad. Sus beneficios se han demostrado en el campo de la neurorrehabilitación. Por ejemplo, en casos de parálisis cerebral infantil en los que se trabaja, con los caballos, el equilibrio y las habilidades motoras.
Una variante de esta terapia que puede resultar sorprendente es la asinoterapia. Los burros, por su tamaño y aspecto, suelen resultar menos intimidantes para los pacientes de menor edad. Además, su naturaleza es menos nerviosa y la dinámica de relación con el animal se basa en la confianza (los caballos necesitan una preparación más cercana al adiestramiento).
Sin llegar a considerarse una terapia asistida (ahora ya sabes la diferencia 😉), la lista de animales cuya presencia aporta beneficios a los seres humanos es larga y variada. Especies domésticas más pequeñas -y, por tanto, más fáciles desde el punto de vista de los cuidados- como cobayas, conejos, hámsters o pájaros ofrecen compañía y ayudan a la socialización y la adquisición de responsabilidades.

Un proyecto y un testimonio

La crisis de la COVID ha hecho mella en toda la sociedad, pero determinados colectivos fueron golpeados más duramente. Para tratar de aliviar situaciones de aislamiento, nació el proyecto “4patas de apoyo”. Este programa ofrece sesiones de apoyo con perros de terapia a personas que han tenido que gestionar un proceso de duelo especialmente complicado al no poder despedirse de sus seres queridos, a personas con alguna condición psicológica o emocional particular y a escolares. Esta propuesta tampoco ha querido dejar atrás al personal sanitario que ha trabajado en primera línea durante la pandemia, y les ofrece un programa de acompañamiento e intervención en procesos de tratamiento post-traumático.
Como dicen que una imagen vale más que mil palabras, para despedirnos, te dejamos con este vídeo creado por PsicoAnimal, un centro especializado en TAA. En él, podrás ver una sesión en una residencia de mayores de Guadalajara en la que Hebe, una perra dóberman, es la terapeuta. ¡Sus caras lo dicen todo!