Es una de mis cremas frías favoritas y se hace en menos de 10 minutos. Ligera, antiinflamatoria, digestiva y perfecta para cuidarse. El melón aporta un toque dulce que mezclado con el pepino y el limón es perfecto. Muy importante tomarla bien fria. Esta muy rica con queso feta desmenuzado o con un crujiente de jamón. Sin duda es perfceta para la época estival.
1limón(El zumo de 2 limones. Utilizar su piel para macerar el queso)
1jengibre(Un trocito como una avellana)
Sala gusto
Vinagre de manzanaa gusto
60gde aceite de oliva(Añadir al final a hilo, para emulsionar y para decorar. Añadir un pelín al queso)
Pimienta negraa gusto
1Hielo(Utilizar solo para tomar al momento.)
20gde agua fría(Añadir un pelín más si queremos una textura más liquida)
1lima(Rallar al emplatar)
1queso Feta
5hojasde menta fresca
Elaboración paso a paso
Cortamos el melón y lo limpiamos, pelamos y cortamos en trocitos. Pelamos parcialmente el pepino y lo cortamos en dados. Pelamos el trocito de jengibre. Exprimimos 2 limones.
Metemos todo en el robot y le añadimos el vinagre, la pimienta, la sal ,el hielo y el agua.
Trituramos todo muy muy bien hasta que no queden grumos.
Añadimos a hilo el aceite para que se emulsione y tenga una mejor textura.
Servimos al momento con un chorrito de aceite, lima rallada y pimienta negra o metemos 4 horas en nevera. Si no lo tomamos al momento no es necesario el hielo.
Para el topping del queso macerado, simplemente mezclaremos el queso feta, con aceite, pimienta, ralladura de limón y menta fresca.
Notas
Puedes pelar a medias el pepino para que no repita. Añade el aceite poco a poco para emulsionar y conseguir mejor textura.