El pollo al horno es ese plato que nunca falla: simple, sabroso y con ese aroma irresistible que llena toda la casa. Ideal para cuando quieres una comida casera sin complicarte demasiado, un plato jugoso por dentro, dorado por fuera y perfecto para compartir en familia.
Precalienta el horno a 200 °C con calor arriba y abajo.
Limpia bien el pollo y sécalo con papel de cocina. Salpimienta el interior y exterior. Introduce medio limón y 2 dientes de ajo dentro del pollo.
Mezcla en un bol el aceite de oliva, el pimentón, el tomillo o romero, sal y pimienta. Unta bien el pollo con esta mezcla, cubriéndolo por completo.
Pela y corta las patatas y zanahorias en trozos medianos. Corta la cebolla en rodajas gruesas. Coloca todo en una bandeja, aliña con sal, pimienta y aceite.
Pon el pollo encima de las verduras en la bandeja. Exprime la otra mitad del limón sobre el pollo y vierte el vino blanco y el agua o caldo en la bandeja.
Hornea durante 1 hora y 15 minutos aprox. Riega el pollo con los jugos cada 20-30 min. Si se dora demasiado rápido, cúbrelo con papel de aluminio.
Deja reposar el pollo unos 10 minutos fuera del horno antes de cortarlo. Sirve con las verduras asadas como acompañamiento.