Especial #GadisSalud: el pepino

En primavera, comienza la época de ensaladas y uno de sus ingredientes principales durante esta temporada es el pepino. Es una de las hortalizas básicas de la dieta mediterránea y está presente en muchas recetas tradicionales de nuestra gastronomía como el pisto o el gazpacho, por ejemplo. Además, en el imaginario colectivo se asocia al cuidado facial. ¿Quién no ha visto a alguien, en la tele o en alguna revista, con un par de rodajas de pepino sobre los párpados? 😉 Hoy le dedicamos el especial #GadisSalud para compartir contigo algunas de sus propiedades y beneficios, y también alguna receta para que aproveches todos sus beneficios, que son muchos. ¿Quieres conocerlos? ¡Sigue leyendo!

Origen y variedades del pepino

El pepino forma parte de la familia Cucurbitaceae, al igual que el calabacín, la sandía y la calabaza. Su cultivo es originario de La India, donde se ha documentado su presencia hace más de 3.000 años. De ahí, pasó a Egipto, convirtiéndose en uno de los alimentos preferidos de los faraones, y a Grecia. Cuando los romanos conquistaron la Antigua Grecia, el cultivo de pepino se extendió al resto de Europa.
¿Sabías que el pepino es una de las hortalizas más consumidas del mundo? En parte porque se puede encontrar durante todo el año, aunque su temporada de recolección es entre abril y octubre. También cuenta con una alta demanda en su versión industrializada. España es el tercer país productor de la Unión Europea y representa el 25% del total del cultivo en los países miembros, con Andalucía como la región con mayor producción de pepinos.
Existen distintas variedades de pepino, que se diferencian por el tamaño, la forma, el color y el sabor. Estas son las más conocidas:
– Pepino holandés. También se le llama “de Almería” y es la variedad más exportada de España a otros países. Con un tamaño de entre 25 y 30 cm, este pepino soporta altas temperaturas y su color es verde oscuro brillante. Su sabor es suave y digestivo.
– Pepino español. Se caracteriza por no ser muy largo (10-15 cm), de color verde oscuro y espina. Tiene un sabor y un aroma intenso.
– Pepino francés. Es un poco más grande que el español (15-20 cm). De color verde oscuro y menos espinas, tiene un sabor más suave y es el que se suele utilizar para el gazpacho.
– Pepino armenio. También se conoce por el nombre de pepino serpiente por su forma tan particular. Es muy largo y se retuerce. Su piel es estriada y su interior, de color amarillo.
– Pepino inglés. También conocido como pepino de invernadero o pepino europeo, se caracteriza por una piel lisa y por no tener pepitas en su interior, lo que ayuda a su digestión.
– Pepino japonés. Se conoce también como pepino kyuri. Es pequeño, oscuro y con pequeños bultos en su piel gruesa. Su sabor es dulce y su textura, crujiente.

Los beneficios del pepino

El pepino contiene una gran cantidad de nutrientes, desde vitaminas del grupo B hasta minerales como ácido fólico, calcio, hierro o magnesio. Su aporte calórico es bajo y el equilibrio de su composición proporciona grandes beneficios para el organismo. Estos son algunos de los más destacados:
– Es un antioxidante natural gracias a su contenido en vitamina C, que estimula el sistema inmunitario, fomenta la producción de colágeno y protege frente al daño de los radicales libres.
– Su alto contenido en potasio ayuda a regular la tensión arterial, protege el sistema nervioso y le confiere, además, una función depuradora y diurética.
– Entre sus nutrientes se encuentran unos compuestos denominados lariciresinol, pinoresinol y secoisolariciresinol, que ejercen un efecto protector frente a enfermedades cardiovasculares y ante varios tipos de cáncer, como los de mama, útero, ovario y próstata.
– Tiene un efecto antiinflamatorio, actuando sobre enzimas inflamatorias.
– Ayuda a combatir el estrés gracias a su contenido en vitaminas del grupo B.
– Facilita las digestiones porque contribuye a mejorar el PH del estómago y combatir el reflujo.

Cocina con pepino

El pepino es uno de los ingredientes típicos de las ensaladas cuando llega el buen tiempo. Pero hay muchas maneras de introducirlo en tus menús y no todas son platos fríos. Elige aquellos que tengan la piel verde oscura, sin manchas amarillas y que sean firmes al tacto. Procura que no sean demasiado grandes si no te gustan con sabor amargo. Se pueden conservar hasta cinco días en la nevera. Aquí tienes una receta con la que esperamos que sorprendas a tus comensales.

Albóndigas vegetales con salsa de pepino

Ingredientes
– 350 g lentejas cocidas
– 100 g espinacas cocidas
– 1 zanahoria
– 2 huevos
– 2 dientes de ajo
– 250 g pan rallado
– 1 cucharadita comino molido
– 125 g queso de cabra
– 2 yogures griegos
– 1 pepino
– 1 ramita de cilantro
– 1 ramita de menta
– zumo de limón
– aceite de oliva
– pimienta
– sal
Preparación
1. Lava, pela y trocea la zanahoria. Viértela en el vaso de la batidora con las lentejas, las espinacas, un diente de ajo, el comino, el cilantro, sal y pimienta. Tritura.
2. Añade los huevos, bátelos e incorpóralos a la mezcla con dos cucharadas de pan rallado.
3. Da forma a las albóndigas, introduciendo previamente un dado de queso de cabra en su interior. Pásalas por pan rallado y colócalas sobre una bandeja de horno.
4. Precalienta el horno a 200° y hornea 15 minutos las albóndigas. Sácalas y déjalas enfriar.
5. Tritura el pepino con los yogures, el otro diente de ajo, la menta, 1 cucharada de aceite, otra de zumo de limón y una pizca de sal y pimienta.
6. Sirve las albóndigas acompañadas con la salsa.
¿Te gusta el pepino? ¿Lo utilizas para ensaladas o tienes alguna receta estrella? ¡Cuéntanos!