Especial #GadisSalud: el caqui

Fecha: octubre 27, 2022

Alcanzado casi el ecuador del otoño, es el momento de hablar del caqui. Una fruta que, quizá por su sabor tan dulce, puede cautivarte y convertirse en una de tus favoritas, o no gustarte nada en absoluto. Con el caqui, no suele haber término medio. Si eres de su club de fans, lo encontrarás en la sección de fruta y verdura de nuestros supermercados Gadis durante las próximas semanas. ¿Sabías que hay sitios en los que le llaman palosanto? Le pusieron ese nombre porque suele madurar en torno al 1 de noviembre, festividad de Todos los Santos. ¿Quieres conocer más curiosidades sobre esta fruta? Hoy te las contamos en nuestro especial #GadisSalud. ¡Sigue leyendo!

Origen y variedades del caqui

El caqui o palosanto es originario de China, donde se cultiva desde hace más de 3.000 años. De allí, se extendió a Corea, Vietnam, Indonesia, Filipinas y, sobre todo, a Japón, donde es fruto nacional y donde recibió el nombre de kaki. A mediados del siglo XIX, dio el salto a Norteamérica y no tardó en llegar a la cuenca mediterránea.
Es una fruta tropical de la familia de las ebanáceas y tiene distintas variedades aptas para el consumo. Hay muchas que son solo ornamentales. Se caracteriza por un color anaranjado rojizo, y una pulpa dulce, de textura suave y jugosa. Su nombre científico es Diospyros kaki, que significa fruta del fuego divino. Existen más de mil variedades de caqui, pero pocas se cultivan comercialmente. Las variedades se dividen en dos tipos (astringentes y no astringentes) y esta característica se debe a su alto contenido en taninos, unas sustancias de sabor amargo que van desapareciendo a medida que la fruta madura.
En España, contamos con una denominación de origen del caqui, la de la Ribera del Xúquer. El cultivo de esta fruta se inició en esta región valenciana en la década de los años 50 y ha sustituido al de la naranja. Pertenece a la variedad astringente rojo brillante y se comercializa de dos formas: el caqui classic, que es el tradicional con pulpa blanda cuando madura y astringente si está verde; y el persimón, al que se aplica un tratamiento para eliminar la astringencia y que pueda comerse antes de madurar.

Los beneficios del caqui

El caqui o persimón destaca por su contenido en agua y en fibra, por eso ayuda al tránsito intestinal. El dulzor de su sabor se lo debe a la proporción de hidratos de carbono (16%), fundamentalmente fructosa y glucosa, lo que hace que tenga un contenido calórico bastante elevado. Es una fuente de provitamina A (sustancias que una vez en el organismo se transforman en vitamina A) y de vitamina C y es rico en potasio. Contiene también magnesio y fósforo y estos son algunos de sus beneficios más importantes:
– Es un potente antioxidante por su contenido en vitamina C, que ayuda a combatir el efecto de los radicales libres.
– Protegen la vista y favorecen el buen funcionamiento del sistema inmune por la presencia de vitamina A.
– Ayudan a prevenir la aterosclerosis y a disminuir el colesterol en sangre.
– Presentan una gran capacidad inactivadora de todo tipo de virus gracias a su contenido en taninos.
– Su contenido en calcio ayuda a mejorar la circulación de la sangre y a fortalecer los huesos.
– Ayuda a los procesos digestivos y combate el estreñimiento.

Cocina con caqui

El caqui puede convertirse en un ingrediente sorprendente en la cocina. Sin duda, es perfecto para mermeladas y confituras. También puedes caramelizarlo con una cebolla o un puerro para acompañar alguna carne, por ejemplo. Otra opción es utilizarlo para añadir un toque dulce a algún plato. Combina muy bien con setas, quesos de sabor intenso y frutos secos. ¡Solo tienes que dejar volar tu imaginación! Hoy te proponemos una ensalada otoñal diferente.
Y ya sabes, donde decimos caqui, también hablamos de persimón. La única diferencia es el punto de dulzor en su sabor. El persimón es el caqui antes de su maduración, que ha sido tratado para quitarle el amargor.

Ensalada templada de lentejas, caqui y dos quesos

Ingredientes- Lentejas (puedes usar las cocidas)
– 1 tomate
– Queso roquefort o similar
– Queso fresco de cabra
– 1 caqui
– 1 lechuga romana
– Aceite de oliva virgen extra
– Vinagre balsámico
Preparación
1. Si no has optado por las lentejas ya cocidas, cocínalas con antelación.
2. Prepara el resto de ingredientes: pela y corta el tomate en dados; lava y troce unas hojas de lechuga; parte los quesos, pela el caqui y haz gajos grandes.
3. Coloca los ingredientes en una bandeja. Comienza por las lentejas templadas, añade el tomate, la lechuga, los gajos de caqui y los quesos.
4. Aliña con el aceite de oliva virgen extra y el vinagre balsámico. Salpimenta al gusto y ¡listo para servir!
Recuerda que para que el caqui se conserve en perfectas condiciones, conviene que lo guardes en la nevera y no lo manipules en exceso. ¿Te animas a probar esta receta?